En el Valle de Manzanedo, en la antigua comarca de las Merindades, provincia de Burgos, se alza altivo, pese al expolio y abandono sobre él sufrido en los dos últimos siglos, un imponente monasterio cisterciense, cuyas paredes albergan y expresan aún el sentir de esplendor de una época.
Si bien son intensas las sensaciones que pueden provocar los monasterios y templos bajo un estado de conservación aceptable, es máxime en aquellos en los que la imaginación aún de forma inconsciente nos lleva no solo a recrear su estilo de vida, sino a sentir lo que fueron en todos sus ámbitos, lo que el tiempo y el hombre bajo la desidia en algunos casos y en otros como en éste añadido, expropiaciones, desamortizaciones y subastas sufridas, hicieron de él un caldo de cultivo para el expolio y el abandono. ( No entro con ello, ni mucho menos, en el debate sobre ventajas e inconvenientes de la desamortización de Mendizabal, pues cada bien sujeto a ello, presenta grandes diferencias respecto a su vida posterior, mi intención es ser totalmente aséptico).
Ha sido la sociedad civil, un colectivo de voluntarios : “Salvemos Rioseco” desde 2008, los que han logrado que las sociedades futuras puedan sentir y disfrutar de una joya como ésta, una actitud y compromiso por su parte encomiable y más que plausible. ( http://monasterioderioseco.com )
Una extraordinaria joya del románico, y lugar enigmático vinculado a las leyendas del Santo Grial.
Las últimas investigaciones de este ermita nos sitúan gran parte de su iconografía entorno a la representación de los milagros y martirios a los que fue sometido San Pantaleón.
Por otro lado, la leyenda la ubica junto con el Mont Saint Michel, San Juan de la Peña, Montsegur la fortificación de Monsalvat, de la obra de "Parzibal" de Wolfram von Eschenbach a la fortificación donde se custodiaba el Santo Grial; por ello la atracción que ha tenido este templo en el peregrinaje, como fuera de él .
Es en la comarca de las Merindades, Burgos y en su localidad de Cillaperlata, en la iglesia de Nuestra Señora de Covadonga, podemos admirar la talla del siglo XII, de estilo románico, más antigua que se conserva de nuestra Virgen de Covadonga. Copia u original, de la que existía en Covadonga antes del incendio, en el año 1.777.
El 17 de octubre de 1777, nuestro Santuario de Covadonga queda totalmente destruido por las llamas, y las dos tallas de la Virgen existentes, se consumen bajo el fuego. Una de ellas, parece ser que se utilizaba para actos multitudinarios y que se encontraba en la parte inferior de la Cueva ( románica y hermana gemela de la actual existente en Cillaperlata) y la otra, con cierto parecido a la que actual conocemos.
De camino de nuevo a las Merindades, decido a pesar de la hora, visitar ese pueblo que tiempo atrás había conocido por una imagen.
A medida que uno se va aproximando, el entorno te va cautivando; ese cañón de inmensa belleza y definido por un paisaje Kárstico fue su carta de presentación. Pese a llegar al anochecer, pude disfrutar de esa cascada entre casas de piedra ( predominan un tipo de vivienda: la casona montañesa de balconada corrida de madera). Sin lugar a dudas, un lugar pendiente de disfrutar y visitar con detalle. La cascada se mantiene con mayor o menor caudal, todo el año.
Por lo que he leído, destaca en Orbajena del Castillo , la Casa de los pobres ( antiguo hospital del siglo XVI), la Casa de los Canes ( cuyo sobrenombre viene determinado por los siete canecillos románicos reutilizados) y las Chozas de piedra circulares .
Por otro lado, la Cueva del agua que es de donde surge el arroyo que atraviesa el pueblo, las cuevas del Níspero con restos megalíticos y las Cuevas del Azar, con pinturas rupestres.
Sin lugar a dudas, un destino en breve, a recorrer.
Otro elemento fascinante en ese interminable y bellísimo camino, esa tierra llena de magia: Las Merindades.
Labor imposible sería plasmar esas sensaciones que generan este excepcional complejo kárstico **, el segundo más extenso de la Península Ibérica y uno de los diez mayores del mundo. Lo constituyen más de 110 km de galerías, alrededor de 400 cavidades y una red principal de 14 cuevas que se comunican entre si, en 6 alturas diferentes.
Morada en la prehistoria del ser humano, de las que como testimonio, se han encontrado pinturas rupestres ( datadas en 10.000 A.C.), pisadas de pies descalzos y dos fragmentos de antorcha .
Y como epílogo de este inmenso complejo : la Cueva Ermita de San Bernabé y sus frescos.
Después de haber hecho noche en es fantástico pueblo de Oña, y visitado de nuevo el pueblo de Cillaperlata , en la comarca de las Merindades de Burgos, con su talla del siglo XII de estilo románico, más antigua que se conserva de la Virgen de Covadonga; los restos del monasterio de San Juan de La Hoz y de camino a San Pantaleón ( lugar enigmático vinculado a leyendas en torno al Santo Grial), como no detenerse a disfrutar de una de las cascadas más bellas de España .
Su acceso es muy sencillo, situándose a escasos metros del centro del pueblo y con una zona de baño .
Más Información
Al norte de la provincia de Burgos, en la comarca de las Merindades de Valdeporres; el río Nela, afluente del Ebro, al encontrarse con una formación kárstica, pudo generar y hoy brindarnos esta genialidad y belleza, que la naturaleza a veces nos ofrece: ese puente natural, ese “Puente de Dios” como lo llamaban los antiguos moradores del lugar, y de ahí su nombre actual: Puentedey, con más de 15 m de altura, 35 de ancho y 75 m de longitud.
Sobre él se emplaza un pequeño pueblo lleno de encanto, son sus tradionales casas colgadas, la Casa Palacio de los Porras, construida en el siglo XV, de estilo renacentista ( formado por dos torres unidas entre sí y con un par de escudos que están esculpidos en su muro), los potros de herrar restaurados, los hornos de pan, su iglesia románica de San Pelayo del S XII, destaca el tímpano de portada donde se representa la escena de un guerrero atacando a una serpiente, lo que parece representar la lucha entre el bien y el mal.
Al otro lado del puente, podemos admirar la Cueva del Santo y la puerta del viento o ventero, una puerta de un viejo edificio, abierta al vacío; esta última se utilizaba por parte de los agricultores para aventar la paja del grano, pues al abrirla se generaba una corriente de aire suficiente para dicha actividad.
Más Información
El Eremitorio del Arroyo de las Torcas, popularmente conocido como las Cuevas de los Portugueses. Se encuentra al pie de la N-639, en el desvío hacia el pueblo de Tartalés de Cilla, a unos tres kilómetros de Trespaderne. Este conjunto eremítico rupestre se compone de 14 cavidades artificiales excavadas de forma artificial en la piedra arenisca a ambos lado del arroyo de las Torcas y puede remontarse su origen al siglo (VII/VIII - IX/X ).
La denominación actual de Cuevas de los Portugueses se debe a su reutilización como viviendas a principios del siglo XX por los trabajadores del ferrocarril Santander-Mediterráneo. Estos trabajadores modificaron la obra medieval existente, comunicando entre sí los diferentes habitáculos. Las cuevas originales tenían planta rectangular.
Conjunto eremítico formado por una iglesia de planta basilical, de dos alturas y con tres naves muy estrechas y de gran altura, con sus tres ábsides, sus altares en la roca y las hornacinas para las reliquias. Cabecera orientada al este.
Por otro lado, presenta un baptisterio rupestre en una cueva cercana, conocida como cueva de la Vieja, de planta rectangular en donde hay dos piscinas bautismales ( en mi caso no las he visitado, al conocer dicha información a posteriori ).
Su amplitud y las numerosas cuevas existentes alrededor hacen pensar en un extenso conjunto monástico.
La datación de estos espacios sigue siendo bastante confusa; para algunos estudiosos los ubican en los siglos IX y X, época en la que comenzaba la repoblación de estas zonas, y en cambio otros, los sitúan entre los siglos VI y X.